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Okja

Es la historia de un animal genéticamente modificado que se cría en las montañas de Corea y que disfruta de la vida ideal que le ha brindado su cuidadora y mejor amiga, Mija (An Seo - Huyn), una niñita huérfana que vive con su abuelo. Mirando, la corporación malvada con un historial de comportamientos decadentes, va en búsqueda de Okja, porque hace 10 años la vendieron al mundo como el animal más sabroso y barato que haya visto la industria de los alimentos. Por supuesto, cuando Dr. Jhonny Wilcox (Jake Gyllenhaal) zoólogo excéntrico y súper estrella de la televisión rapta a Okja, Mija solo encuentra lógico ir en búsqueda de su mascota. Sin embargo, la dueña de Mirando, Lucy Mirando (Tilda Swinton) con su hambre por los negocios, logra orquestar una estrategia para que Okja llegué a EEUU y sea exhibida ante el público como el futuro de las proteínas y la alimentación mundial.

El tono de la película es difícil de conseguir por no decir casi imperceptible. La dinámica de Okja cae en lo absurdo, la crueldad, lo cómico, lo dramático, escenas de acción y el manejo extenso de dos idiomas a lo largo de su desarrollo. Con personajes casi caricaturescos, un grupo de eco-terroristas pacíficos y un animal del tamaño de un elefante con el aspecto de un hipo-cerdo, la sensación después de haber visto Okja es desagradable porque dejan en evidencia a la crueldad de los mataderos y las mentiras que se venden con facilidad en la era de los medios.

La crítica del director a las empresas cárnicas es contundente más allá de los “adornos”, al igual que es un audaz intento por convocar a nuevos vegetarianos en sus filas. En ese mundo posible que ha construido Joon-Ho, los esfuerzos de la pequeña resultan agridulces y contrarios a lo que vemos en la vida real, pero es evidente la intención de terminarla con un “happy ending”. Aquí volvemos a excusarlo porque en el universo de las fantasías, sus ligerezas son perfectamente posibles. Su final es de profunda belleza y dolor.

La película en sí, apartando su tema, ha resultado polémica desde que fue presentada en el festival de Cannes. Como procedía de Netflix, fue abucheada por la audiencia francesa por el rechazo y el prejuicio del festival ante todo aquello que no sea cine tradicional. Aun así con este público fuerte, la película recibió críticas favorables.

Bon Joon-Ho plantea una historia que da dulces momentos con la pequeña y su animalito, pero también amargos al despertarla en la cruda realidad que debe descubrir y afrontar. Nos hacemos cómplices de sus tiernas travesuras y culpables porque a fin de cuentas muchos somos consumidores de carne y por ende culpables por omisión del maltrato que ejercen las inescrupulosos compañías, en una verdad a voces que todos reconocemos, pero no actuamos.








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